domingo, 1 de junio de 2008

Doña Perpetua


Capítulo condensado de un nuevo libro dedicado a Elba Esther Gordillo y su grupo apoderado del $$$$$indicato magisterial más importante de México y América Latina, el famoso SNTE.

La Maestra luce un traje cebra y una madeja de pulseras, entre las que resalta un dije con San Judas Tadeo en el anverso. Elba Esther Gordillo acaba de cruzar la frontera para unirse a los suyos, pero se sugiere amenazada y, para subrayarlo, usa el recurso teatral de las frases a medias: “Tengo que venir aquí como si fuera yo… quién sabe qué… Pero no soy narco, ¿eh? Ni soy ratera, ni atropello con las cantidades de dinero, como algunos. No hay miedo… hay precaución, porque sé lo que significa”.

Es el séptimo día del séptimo mes del séptimo año del siglo XXI. A su espalda, el Pacífico llena de azules la sesión del Consejo Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Dos noches atrás, los dirigentes de su sindicato –“la niña de mis ojos” lo llama– le regalan la extensión de su mandato “por el tiempo que sea necesario”, completando así el círculo de la restauración.

NOTA COMPLETA

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