viernes, 29 de febrero de 2008

Los sesentas

De www.historiadehermosillo.com, este interesantísimo material

Por José Luis Bojórquez

En los sesentas Hermosillo conoció el anillo periférico y su población pisaba los 150,000 habitantes y donde hubo quien declarara que ya no había lugar aquí ni siquiera para acomodar una aguja.
La vida detrás del "bordo" parecía imposible y no obstante se multiplican los fraccionamientos y a la vivienda popular, llamada también La Huerta, le siguió La Apolo (enclavada en los otrora basureros municipales) y el de la Reforma Norte al que coquetamente se le denominó de los “brassieres” ya que las casas con sus techos cónicos recordaban las prendas íntimas de las féminas.


Entonces un peso compraba la voluntad diaria de un niño reacio a la instrucción pública para que con él pudiese darle rienda suelta a sus apetencias representadas por el “ricobeso”, la “nucita” y la “supernatilla”... Un peso o "bola" o "varo" o "pachuco" pagaba un viaje completo e intransferible en los recientemente aparecidos "ruleteros" o "peseros" que empezaron dando el servicio sobre carros cerrados en donde el pasajero recién bañado para ir a la oficina compartía el sudor del chofer. Poco después llegaron las camionetas de la marca Ford que al sufrir el sobrecupo tenían que llevar a dos que tres usuarios en calidad de "cátcher". El ruletero recién llegado jubiló a los "camiones chatos" de Castellanos, Munguía y Osornio... Un peso compraba una boleada en el jardín Juárez el sitio de reunión de los soldados francos y pagaba también un corte de pelo en La Amiga de Pueblo donde las colas de mechudos eran tan largas como sus cabellos, y el propietario de la barbería tripulaba un modelo reciente gracias al favor que le dispensaban a su negocio tijeril del centro de la ciudad... Un peso saldaba los favores de una linda damita que se dejaba conducir una pieza de baile por el osado galán que así lo disponía en los interiores de los bules de la recién mudada zona de tolerancia en Las Flores, más allá de la novedosa colonia El Choyal. Un peso alcanzaba a pagar un "hot dog" que llegaron a la ciudad llamándose "perros calientes", pero la moral prevaleciente timorata por las interpretaciones que el binomio se le pudiera dar, determinó que se continuara con su apelativo inglés. Esta vianda se popularizó en las afueras de la Universidad frente a la preparatoria pero el genio comercial de los gordos Medina los llevó a entregarla a domicilio desde su caseta Alma en Reforma y Veracruz, de donde partirían a los enfrentes de la colonia Pitic. Inmediatamente, y como una respuesta regionalista, desde las catacumbas pécoras de la zona de tolerancia vino el taco de carbón o taco de carne asada también de a peso, envuelto en tortilla sobaquera a la que la cicatera forma de hacer mercado de los pioneros zares del taco -Ventura Sierra, sin duda el precursor- la redujo a sus mínimas dimensiones que casi terminaba por perderse en la mano... Un peso pagaba la momentánea alegría que proporcionaba la tocada de una pieza musical en una radiola. Este fue el aparato de la década que movió las voluntades y las preferencias musicales elevando a la categoría de ídolos a los artistas del momento. Aparecen rocolas por centenares. "El Güero" Ossio respondía por su calidad- y viven su pujanza máxima ya que con gran visión cantineros y restauranteros le dieron el sitio predominante en el interior de sus negocios para darles vida y animación. Le fabricó ídolos, cautivó corazones o los hizo pedazos y le dio ritmo a toda una generación. Famosas fueron las ubicadas en el Café Universitario dentro del gimnasio donde el éxito preferido fue “la Burbuja” seguido de “Sábado en Tijuana” y las melodías de Hugo Avendaño dentro del Paty Queen. La ideal o la tocada sin descanso en el drive inn de Beto Celaya. El Rubí en la calle Veracruz que incluía en su repertorio a Pablo Castillón “Contemplando tus cabellos de oro”, Los Dandys “Suspenso Infernal”, Juanito Mendoza “Me Sobra Mucho Corazón”, “Sombras” de Solís también Mayte Gaos con “el GranTomás” y Oscar Madrigal “Estoy muy triste porque estás muy lejos de mi”... Entonces el restaurante El Petate por la Monterrey hizo artistas de la canción sustraidos de los barrios y arrebatos a las fiestecitas familiares. Entre tanda y tanda de sus programas radiofónicos a control remoto cada miércoles descubrió a Chayito Valdés, Sandra Almada, El Caporal del huapango Toño Borbón, Vicky Acuña, constituyéndose junto a otros en una comalada artística como ya no verá otra la población citadina en los treinta años sucesivos. Allí las cahuamas cerveceras eran enfriadas en cilindros de lámina ribeteados de hielo para que los envases de cristal no resistieran el calor de la palma humana... La cenaduría masiva, porque de masa eran sus sopes, fue “La Primavera” por la Monteverde del policía Manuel Moreno. Era el surtidor de los antojitos mexicanos para los añorantes de los que se sirvieron pocos años atrás en las mesitas de doña María, Los Ramones y la Chagua y su respuesta trasnacional lo fue el Pradas de los Andere, por la Serdán, donde las delicias tenían factura norteamericana y donde rolaban la torta compuesta, el café capuchino o las comidas de menú internacional. También el coreano Pedro Park logra enganchar a una ávida clientela desde su café Reforma enseguida del cine tocayo valido de dos factores e irrebatibles: deliciosas cenas a precios económicos... Las Cazuelas por la Rosales reúne a la exitosa familia política del momento; Mario Morúa se reporta asiduamente... La carne asada se vende por toneladas sobre el recientemente inagurado bulevar transversal, la concurrencia es apretada y selectiva debajo de la sombra de corpulentos árboles en la esquina de la calle Matamoros donde Pepe Colores recibió el favor de los adoradores de la carne al carbón. Tiempecito después abririría sobre el desecado lecho de La Sauceda su Villa Colores hasta donde llevó la alegría de maricahis y consumidores avenidos con las libaciones de larga duración. Fue donde se dieron el abrazo de reconciliación política las figuras encontradas entre sí: Enrique Cubillas, Fausto Acosta Romo y Leandro Soto Galindo... El Señorial sobre la calle Veracruz y Segunda dura un pestañeo por lo atrevido de sus show: presenta sobre la extendida barra despampanantes jovencitas sicodélicas que bailan ritmos sensuales vestidas con ajustadas minifaldas las que llevan hasta el frenesí cuando no a la lujuria a los circunstantes masculinos... El Focolare de César Balsa en el hotel San Alberto divide a la grey cafesera del mercado y jala a sus negocios a los de más posibilidades economicas, y claro a los aspirantes a serlo, y su desayunadero dura poco tiempo logrando impactar el ánimo de los imitadores, y uno de ellos, Víctor Manuel "El Perro" Romo instala la versión democrática del Focolare, el Tacolare, que fue una taquería nómada que lo mismo se detenía a servir a la insatisfecha burocracia de los palacios que a los deambulantes del jardín Juárez... Por este mismo tiempo fracasan los intentos de taquizar el apetito de los hermosillenses del corredor ciclista Rafael Vaca. Su sueño convertido en una fonda de lujo llamada El Taquito no consigue hacer que sus favorecedores regresen con todo y que la variedad de antojitos era exhaustiva... Vive también por esos días su agonía en su olvidada calle de San Benito la barraca antes iluminada multicolormente que dio albergue al celebradísimo Limoncito de Isidoro Angulo por más de treinta años y que corrió la legua desde el jardín Juárez, lugar de su inicio pasando por la esquina de Juárez y Veracruz donde los continuos pleitos de sus violentos visitantes y los lógicos roces con la autoridad lo obligaron al franco repliegue hacia la oscuridad de los barrios... La cantina El Farolito de los hermanos Del toro reúne día y noche multitudes que se disputan desde tempranas horas el espacio de las mesas por allá por la Nuevo León. El gancho irresistible: una catarata botanera de picosos tentempiés que mantiene al grupo consumidor sin ganas de regresar a la casa o al trabajo. La Tropiconga de Julio es más selectiva y callada su concurrencia ama el taco cahuamero y las longas son de un peso veinte y las de vaso chico de ochenta centavos. La Bohemia cambia de sitio y su clientela no vuelve a ser la misma. Los jaiboles mejor preparados salen de las manos de Espejo y de Héctor Borboa en el ya moribundeante Casino de Hermosillo de la calle de la Carreta... Triunfa noche a noche el improvisado Club del Clavito reuniendo a su alrededor a los fanáticos de la cerveza tres equis- clara u obscura- en la esquina de Guerrero y Tamaulipas. Era un poste de madera con un clavo hendido a regular altura y que servía para que los sedientos abrieran sus chelas recién salidas del expendio de Mange. Ha sido el club más democrático por cuanto que sus filas de bebedores las aportaba el grueso poblacional que apenas acabalaba para el de "doce" pues el práctico "six" aún no aparecía...

Luis Morales conquista a la muchachada universitaria con sus gélidos raspados y su don de gentes y buen carácter. Entonces el parador cahuamero es Amelita instalada en restaurante a todo tren en Durango y Yañez. Allí Andrés Peralta debuta como mesero y luego ya casado con Vicky instala en El Llano su propia cocina para devoradores de quelonios... El Chamarula celebriza el rumbo dando a conocer sus tacos de cabeza enseguida de la Cervecería de Sonora y atiende primero a aquéllos que no le sacan a picar cebolla... La chivichanga frita detiene el paso de los hambrientos por detrás del Correo mientras que por sus frentes doña Nana sirve unos de picadillo, carne deshebrada y tacos de chilorio que llenan la tripa de los transeúntes de la Serdán. El taco de frijol del Calá alcanza su propia grandeza al acompañarse con una picante salsa en el inicio del Rincón del Burro... Los columnistas más leídos: Casanova, Enguerrando y Healy. En esta década El Imparcial pasa a matutino y en medio de la misma se decide también a trabajar el séptimo día pues hasta antes nadie escribía para el domingo. Llenan la tarde hermosillense las voces de los papeleritos convocando a los lectores para que lleven el Regional, El Pueblo y El Heraldo. El rumbo de la calle Veracruz hospeda al nuevo diario El Sonorense editado con la ayuda del gobierno por los hermanos Argüelles. A este periódico se le conoció como el de los "pelones" pues encima de que sus editores provenían del Distrito Federal, no necesitaban usar champú... Letreros famosos: “Casanova mientes”, “Firmes a tu regreso”, “Faustino no”, “Este año aprende a tocar guitarra”... El Chato guitarrero pasea sus últimos días de trovador nostálgico siendo "Martha" su canción de batalla y "el Jibarito", la prueba del alcance de su potente voz nasal. El Che Barrios de modestos alcances tenoriles enseña a la parroquia cervecera hermosillense la calidez y el drama de los tangos, antes da serenatas diurnas a las guapas señoritas que estudian con Nachita de Amante. Dos "silitos" cada uno por su lado acompañados de sus guitarras consiguen por un peso la pieza la dedicada admiración de los tiernos románticos... Personajes célebres: el honesto y recto policía Moralitos, “el Canti” en las afueras de la Uni; Esthelita en la biblioteca advirtiendo a los vociferantes, El Chapo Romo con sus electrizantes y bien montados shows pugilísticos y de la lucha libre, el espectacular doctor Sotelo y sus estrambóticos modelos Harley y Packard de rutilantes colores. El Bobby Thompson practicando el comercio, el trueque, y dejando a su paso un terco aroma a gallinacea y el perfume de su fácil sonrisa... Despunta la forma de hacer comercio de autoservicio inscribiéndose a la vanguardia el mercadito Londres de Juan Burrola y el mercadito Pancho Buelna, seguido por los MISA de los güeros Durazo en los visitados Insurgentes, los cuales fueron substituidos en la misma década por el mercado de las rayas La Canasta que marcan el inicio ya en los setentas de los invencibles VH. Cabe apuntar el super Veracruz de los Cubillas que mantuvo una decorosa pero efímera existencia comercial... Desaparecen los abarrotes tradicionales: El "Calovonten" de los Katase que había fundado Monona Granich, "La Villa Rica de la Veracruz" de Humberto Medina Hoyos y "El Dragón Rojo" de Miguel Chon. Morales Hermanos en la tienda de deportes y papelería bien surtida y mejor atendida. Mazón Hermanos redistribuye su tienda dándole un parecer norteamericano y crea el llamado "sotano" a donde van a dar los precios bajos. Su marcha musical es el silbido cotidiano por encima de la del Café Combate y su referencia orquestal en las fiestas marca el finiquito de una tanda...

Lugares para echar el romance: El Paty Queen, El Café Universitario, la nevería La Ideal, las escalinatas del museo y cuando el noviazgo iba avanzando atrás del museo, el cine Sonora y cuando abullía de amor la llama debajo de los cobertizos del cine Reforma, también en los sombreados corredores del monumento a la madre, el jardín de los mirtos dentro del edificio "mayor" de la Uni, los ventanales donde daban las clases de cocina en la secundaria y el asiento trasero de los camiones amarillos que llevaban la ruta del Seguro por ser la más larga.


Lociones y brillantinas de moda: Old Spice y Jockey Club, Cheseline Wildroot y Glostora. El “livai” es sustituto por el Farah Americano, el zapato es el GBH de 120 pesos; la camisa es blanca y tiene dibujo en V en la manga corta mientras que la larga exige la elegante mancuernilla. La corbata es delgada y el corte de pelo varonil el dos rayas claro oscuro. Las peluquerías con más demanda: La Juárez del "Calvito" Castro, La Reforma del maistro Domitilo y Los Panchos de Saavedra remozadas hasta parecer joyería y con los vidrios polarizados para que desde afuera no fueran vistos los hombres en el momento cumbre en que eran transformados en Adonis por la solícita atención de soberbias señoritas.


El Super González tuvo una selecta de favorecedores en su barbería del bulevar Rodríguez...Se divide el territorio de los bailadores: los ricos van al casino, los clasemedieros y estudiantes a las canchas y al recientemente inaugurado Gimnasio, y los rumberos de barrio llenan cada domingo el Hig Life, el Cuauhtémoc y el Dos Equis, salones que brindaban la oportunidad del ligue con aquellas damitas que olvidaban llevar al baile al incorruptible chaperón. Las piezas favoritas: Patricia, Mujer Enamorada, Pepito mi corazón, Gracias amor, Corazón de madera, Nunca en Domingo, México Ruedas, Sábado en Tijuana, Tequila y todas las de los Apson Boys. Buenos bailadores que no le sacaban a ser la atracción máxima en el centro de la pista: Gilberto "El Yaqui" Cabanillas, Manuel "El Perro" Angulo, Alonso Robles y "El pelón" Héctor Serrato. Aunque Juan Manuel Muñoz "El Tepupa" llevó sus habilidades de roquero en plan profesional por los salones de Hermosillo, más iluminado con el motejo artístico de Johnny Rock, no consiguió la celebridad que le pagó el deporte ni la que obtuvo en la primera fotonovela que se rodó en la ciudad Cruz Gavilán...


Como una respuesta a los grupos que se formaron en la Ciudad de México - Teen Tops, Hooligans, Rebeldes del Rock, Locos del Ritmo, aparecen los jóvenes que se reúnen en las esquinas de los barrios para intercambiar los secretos arrancados a la guitarra en lo tocante a la música del compositor agradable Horacio Arreola y su vocalista Yolanda Ballesteros. Creativo y ameno "El Chacal " Estrada que deleitó sobradamente las tandas del Continental de César Gándara... La Televisión propuesta primero por canal 6 se convierte en un aparato exitoso que fue llevado a las esquinas más populosas de la ciudad encaramándose a un poste y dentro de una caja protectora para servir a una teleaudiencia que estaba incapacitada económicamente para tener el suyo, y que ya estaba dejando de lado a sus ídolos radiofónicos cambiándolos por modernos personajes de la televisión como Memo Turbull con su “Mundo al Día”, Gabriel Roberto Monteverde y Trinidad Félix Armenta con su “Bar de Aficionados. El triunfo irreprochable del novel cantante hermosillense Javier Vega quien volaría poco después al estrellato- vía Ossart- poniendo en el gusto de América el tema de La Campana Rota.


Locutores más escuchados: Humberto de Gunter, Los Moreno Gil, Fabián y Francisco Palma Parra, "Chicho" Rojo Gastélum con su programa Melitón y Salustio Reséndiz que da origen a los programas de crítica y sátira política por la radio, Luis Ruíz Vázquez en la Chica de Sonora disputándoles el auditorio femenino al galán "Tato" Mazón. Dueños del aire también Roberto Garza, Carlos Valencia con su Cartero del Aire, Benjamín Godínez, Enrique Hage Campuzano, Montiel Ventura Castillo. Las sociales de Miguel Maldonado, los éxitos Internacionales de Dávila Bernal, los Cantantes de medianoche de Dionisio Rentería, la poderosa y bien timbrada voz de Ernesto Aparicio Dike, el eterno compartiendo los micrófonos con "Pancho" y "Chamín" Vidal, que cobijaron el programa Forjando artístas que presentaba el piano de Ana Bertha, la armónica de don Juvencio Carrasco y el animador Alfonso Arvizu Abril. En esta década cae desamparado el radiofónico Recordar es Vivir cuando su principal patrocinador la Cervecería de Sonora, en manos de nuevos dueños, no incluyó en su agenda promocional la querida estirpe de los músicos sonorenses representada allí por Los Viejitos de Pedro Noriega y la sonora voz del locutor Rafael Arias Córdova, quien condujo el programa por más de veinte años.

Emergen en la Pera del Ferrocarril Librolandia, El poeta grande de Sonora Abigael Bohórquez, Los artistas teatrales universitarios Oscar Carrizoza, Jorge Velarde, Arturo Merino, Luis Enrique García, escritor y dramaturgo valioso, Socorrito Lagarda, Julia Astrid Tapia y "Pepe" Carreño Carlón... La revista de versos Alma Sonot del "Cacho " Bojórquez, La revista de literatura Letras de Sonora de Aristides Prats... Radio Universidad lanza su voz de cultura al cielo del noroeste y agrupa las voces de Aníbal Meneses, Ausdiberto Aguilar, Rita Silvina Agramont, "Gallo" Jordán, Homero Estavillo y tiempo después saca al aire su canal televisivo con los más feos rostros del momento universitario: Eutimio Armenta, "Gordo" Barrera, Sergio Solís y "Cacho" Bojórquez... La revista más leída en la historia de la Uni: "Presente" de larga vida y que fundó el talentoso periodista estudiantil Genaro Encinas Ezrré. Periódico de corta vida "Lex", de Carlos Moncada y Tere Gil. Publicación divertida y satírica "El porqué" de Morelos Vargas y Julián Moreno.


Deportista consistente: Isibasi. Personaje rudo y castrense: Solares. Basquetbolista: Alessi Andrade, Peludo Cárdenas... Prestigio Universitario: haber sido de la FEUS como "El Guaty" Iberry, estar de novio con muchacha rica, ser amigo del "pelón" (Tapia o Rosas), tripular carro o motocicleta como Astrain o Sotelo Jr., Ser pasante de leyes como el tenaz Paz y Puente. Hablar en público como Virgilio Ríos Aguilera. Tener apodo congruente y eufórico para no pasar desapercibido. Vivir en la casa del secretario de la Universidad "Chalío" Moreno. Publicar en un medio. Tocar en la banda del mayor. Ser atleta como "El Supermán" Leyva o "El Patas" Romero o clavadista como "Manolo" Terán. Organizar una manifestación y tripular un carro alegórico. Vestir ropa americana. Desprestigio universitario: Fosilizarse en la escuela, ser despreciado en los bailes al pedir la tanda a una muchacha, ser amigo de un "hielo", no ser sujeto de crédito de las tortas de Ramón, caerles mal a los de la agropecuaria, bañarse en lo bajito en la alberca....Se abren las escuelas nocturnas y penetra un grueso número de ciudadanos maduritos alentados por la posibilidad de ser al paso de los años también universitarios... La academia comercial con más población estudiantil son los Institutos Gregg del chispeante profesor Abril y su inteligente esposa Lupita Fimbres... Los suspiros durante el recorrido de los desfiles arrancan las muchachas guapísimas de la academia del mister Sánchez. Las bastoneras ya son las de la “Prevo” que enseña y adiestra Migdelina. Los mejores bailes los organiza el Instituto Marina de puras señoritas. Los pleitos más enconados los escenifican los “hielos” de Gámez. Los más elegantes alumnos están en el Regis y los más caritas. El uniforme más llamativo el del Colegio Lux... Se extiende el pavimento de la ciudad hasta la añorada Ures y eso es pretexto para oirle a Gilberto "El Sahuaripa" Valenzuela su corrido “el Moro de Cumpas”... Abren paso al Cerro de la Campana y la sensación es subirlo en carro en compañía de la novia (de otro)... Tienden el bulevar Transversal y pronto los de El Mariachi y El Ranchito vienen a conocer a los nuevos habitantes de la colonia Vivienda Popular o La Huerta al otro extremo de esta anchurosa vía... Se lotifica la colonia El choyal en unos llanos agrestes del norte poblándolo con más de mil familias que desocuparon del Vado del Río con el hincapié de que allí peligraban vidas y patrimonios... Constituyen una casa con material de Stramit, láminas de paja prensada y la anécdota recuerda que antes de su inaguración fue devorada por las chivas... El fraude de la década : la venta de lotes de Jardines de Hermosillo... Roban la respiración de los Suscriptores de El Imparcial sus bellas embajadoras Beatriz Allegre y Tere Gil, un par de mangazos... las misas se dicen en español... Funcionan los teléfonos públicos donde se pueden hacer llamadas de larga duración por una moneda de veinte centavos... Don Miguel T. Rodríguez y luego Don Paz M. León ciudadanizan y casan a la población en la primera mitad de la década. El inteligente pasante de derecho Roberto Sánchez Cerezo ya como juez de paz procede haciendo lo propio con la población aparecida en la segunda mitad... Llegan por centenares los trailers de la caravana americana dirigida por Wally Byam... El empeñoso sacerdote Pedro Villegas pone un pie en el cielo cuando llevado por su corazón de pan de dulce abre el hogar estudiantil Kino con la pretensión profética de contener en él a todos los estudiantes huérfanos deseosos de superarse. El Hombre manso y sencillo humilde hasta las lagrima Juán Navarrete y Guerrero... El presbítero Jaime Pedro Salcido en una empresa descomunal da los últimos toques al templo de piedra erigido en honor a la patrona del barrio San Benito “La Virgen de Fátima”.


El publicista Gustavo Romero Carpena inventa el rap y lo utiliza para que diga sus mensajes promocionales el locutor Paraskevas de Nogales... El carro más caro apenas llega a los ochenta mil y circulan por las calles marcas vesátiles: Vaux, Hall, Volvo, Hillman, Anglia, Taunus, Opel, Simca, junto a las marcas norteamericanas tradicionales...Es un escándolo la prostitución: cierran el hotel del Norte sobre la calle Octava. Siguen funcionando casas de " mala nota" como las de Zendy, La Lucila, la Trini, la Astorga, La Chacha, el 19, y en la carretera al norte como vanguardia de los hotelitos de paso de la familia española, El Mirador y las Vegas...


No bien pavimentada la calle Yucatán frente al gimnasio es aprovechada por los tarufis locales en lo que puede considerarse como el inicio de los arrancones. Allí se distinguen por su arrojo Beto Michelena, Héctor Murrieta, Beto Jiménez y Tony Salido el precursor del automovilismo de velocidad... Las fiestas más rumbosas: las que preparan Falita Migdelina, Ramón Edingardo y Rusdibaldo a mamá Cuquita la dueña de la Guapalaina... O las que organizan al policía más querido de todos los tiempos, Ventura Pro en Sambenito, por la calle Veracruz a donde asiste desde el más modesto hasta el gobernador...

Pepe "El Chicano" establece en el remate de la calle Yucatán esquina con Reforma una pista para darle velocidad a los minúsculos go-cars. Alvaro Obregón Luken abre un negocio de jalón masivo, su golfito allá en la Pitic que fue el consuelo de los que no tenían equipo profesional para irse al Country...
Extasis y arrobamiento: la práctica del hula hula, arillo de plástico que se levanta como el pasatiempo sin par en donde en el hogar tenían el propio y el cual colocándose alrededor del tronco del usuario lo hacia girar contorsionándose como serpiente descoyuntando al cabo de su práctica a los fragilísticoespialidosos de la cintura. La pulsera magnética con un costo mayúsculo de 75 pesos llegó a convencer a los sobrados de fe que curaba desde el mal de amores hasta los callos y el mal de década: el garrotazo de la suegra...


Se prenden los semáforos en las principales esquinas y cada vez se van viendo menos los automovilistas que para indicar que darán vuelta sacan el brazo con la mano hacia arriba y/o simplemente extendida. Mucho menos se ven los camiones que al hacer las indicaciones de la vuelta operaban un mecanismo que sacaba de la cabina una flecha de lámina con luces muertas fosforecentes. En esta década desaparece el crank manivela de fierro fundido con la que se hacía funcionar la volanta para encender el motor desde afuera del carro. Antes de desaparecer deschavetó a muchos automovilistas y despaletó a otros...


Cómics: Chanoc, Marvela, Borola, Los Supersabios, Memín, Brujilda, Lágrimas y Risas....
Llega la pizza a un restaurante del bulevar Rodríguez y los primeros en hacerle los honores son los integrantes de una fugaz colonia italiana que funcionó a esas fechas...Paisaje imborrable: los paracaidistas de Hernández Toledo ocupando la plaza universitaria, hoy del "Jatdog", y disolviendo a las turbas estudiantiles se apoderó del recinto educativo; hizo huir a los líderes del 67 y marcó el inicio de una época de desintegración académica...El santo del decenio: San Martín de Porres que se aparece en el cerro de El Mariachi y al rato consigue el milagro de que todos los recién nacidos lleven su nombre...


Entonces... las noches eran partidas en dos por el largo sirenazo de las nueve y las mañanas se alertaban a las ocho.

Otra de don Abelardo. Aquel famoso diario: Casanova y los 70´s.

Por Javier Godoy, para Kiosco Mayor

Quizás esta nueva generación de periodistas vigente, no reconozca en Abelardo Casanova el referente obligado a un periodista y un quehacer periodístico que tenía su origen, como práctica diaria y no como enunciado, la honestidad a toda prueba, la pluralidad y la ética.

Junio 15 de 2007. Viernes

Don Abelardo Casanova próximamente hará la presentación de su segundo libro, "Pasos Perdidos". El primero y "Días de Vida", el más reciente y de pronta aparición en librerías. Seguramente recogerá en sus páginas, importantes episodios de su vida dentro del periodismo como también su marcada inclinación hacia el ejercicio literario de toda índole -si se vale la expresión-. Voraz lector de los clásicos y admirado declamador de bellas poesías, es sin duda alguna un ejemplo poco común, al menos en nuestro terruño del verdadero quehacer y compromiso periodístico: buena pluma, mucha cultura y sobre todo, ética y sólidos valores personales.

Don Abelardo Casanova Labrada

Quizás esta nueva generación de periodistas vigente, no reconozca en Abelardo Casanova el referente obligado a un periodista y un quehacer periodístico que tenía su origen, como práctica diaria y no como enunciado, la honestidad a toda prueba, la pluralidad y la ética.

El periódico Información, de la calle Colima y Garmendia, era por esos tiempos -los maravillosos 70’s para los de mi generación- un semillero de jóvenes rebeldes de pensamiento, casi todos universitarios y otros ya maestros también, que le tundían a las viejas máquinas, reflejando es sus diarias páginas una realidad sociopolítica y de expresión ciudadana que por aquellos tiempos ningún otro medio se atrevía a desplegar en sus reportes y/o contenidos editoriales ya sea por conveniencia, desinterés o simplemente autocensura (pretexto de los medios para justificar su indecencia y culpar al gobierno de su escaso valor en la defensa de su misión), pero que Información y su director recogía con una pasión y entrega que muchas veces llegaba a los límites del suicidio periodístico y económico -creo que esto último si lo logró-.

Don Abelardo Casanova en el periódico Información (de circulación vespertina, sólo en Hermosillo e impreso en blanco y negro), desarrollaba junto con sus reporteros y editorialistas una titánica lucha para hacer un periodismo profesional, serio, ético, respetado, equilibrado. Buscaba que la conciencia colectiva de la época viera en Información la viabilidad de un proyecto periodístico y de comunicación en el cual encontraran eco todas las expresiones políticas, intelectuales, artísticas y sociales, sin mayor restricción que el respeto a pensar diferente. No era tarea fácil.

Criticado, nunca odiado, el director y su vespertino era centro de controversias a la luz de las pasiones políticas de la época y de los intereses en juego que se debatían ya en un nuevo despertar ciudadano que venía madurando desde los grandes movimientos sociales de los 60’s y que ya para los 70’s estaba en franco cuestionamiento de todos los convencionalismos de esas épocas: educativos, políticos, económicos, religiosos y de pactos sociales. La ebullición de nuevas ideas, inclinaciones ideológicas, modas, gustos musicales, comportamientos y compromisos pusieron en grandes dificultades al orden familiar, a las universidades, a la religión, al sindicalismo oficial, a la empresa privada, a la propiedad y acaparamiento de la tierra urbana y rural y por supuesto, al gobierno.

Así, la demanda de un nuevo orden de cosas llevó a trastornar la apacible vida en las universidades, el derecho a cuestionar las ideas y creencias religiosas, el cambio en el vestir y a la irrupción de demandas por democracia sindical y política, además de severos señalamientos a la honestidad gubernamental. Practica común de esa época fue la militancia en partidos políticos que aunque no reconocidos legalmente tenían presencia importante bajo la epidermis social, Mientras la hoy llamada sociedad civil y antes simplemente ciudadanos o vecinos, ampliaban sus inconformidades fuera del ámbito familiar y amistoso a los escasos medios de comunicación que les abrían sus micrófonos o les escondían una pequeña nota en interiores y casi siempre de temas muy domésticos, nada de política o crítica gubernamental. Pocos, pero muy pocos de estos ciudadanos expresaban sus simpatías hacia un partido político que no fuera el oficial y sin embargo, se sabía que había una marcada inclinación del ciudadano hermosillense por la oposición.

En esa arena movediza de los 70´s hace su aparición el periódico Información, a donde rápidamente acuden una pléyada de jóvenes colaboradores como reporteros con orígenes tan diversos como estudiantes, desempleados, aspirantes a teatreros, poetas y cultureros ya reconocidos, maestros universitarios y normalistas, así como muchos otros que aspiraban sólo a aprender el oficio como una forma de ganarse la vida.

La columna "Hechos y Palabras" y firmada por don Abelardo Casanova abría las páginas de opinión y editoriales que formaban la columna vertebral de la misión y visión periodística de su director y en el que colaboradores de origen ideológico, político, económico, social y de militancia partidista diversa, conformaban un mosaico plural apenas tolerado por tratarse de un "medio chico y por las tardes" como señalara alguien de la época al ser reseñado como funcionario deshonesto

Para quienes hoy hacen del periodismo, la práctica y el ejercicio de una profesión con la cual se ganaban la vida y que fueron a las universidades por esta especialización poco significado o aprecio tendrá el hecho de que los colegas de aquella época, con muy escasas excepciones, lograron el oficio en la brega, en las redacciones, en la obligación que para permanecer había que ser el mejor, ganar la de ocho, ocupar más espacios con sus notas en la primera, y cubrir cualquier fuente con dominio del tema.

La redacción del Periódico Información era la confluencia de un grupo entusiasta de jóvenes

(aquí pondremos los nombres, cuando los tengamos)

en su mayoría que intercambiaban ambiciones y pasiones artísticas, culturales y políticas que generaba una identidad con todo suceso o movimiento de progreso o de apertura hacia nuevos horizontes de cambio; esa era la premisa, sabida o de pura intuición o percepción.

Es en este periódico donde aparecen impresos en reportes y fotografías muchos de los hechos más sobresalientes de la época convulsiva de los 70´s y que poco o nada fueron testimoniados por otros medios escritos.

Lo que hoy pude parecer un lugar común en el ejercicio periodístico, treinta años atrás significó una lucha diaria contra la censura, la presión económica, contra la empresa y el estigma de realizar un periodismo "contra todo".

Pese a todo ello las páginas del periódico Información dieron cobertura única a quienes se acercaban para expresar sus reclamos.

En sus páginas encontraron eco los reclamos de estudiantes y maestros universitarios que buscaban oxigenar y transformar el viciado y arcaico modelo educativo de la Universidad de Sonora que, por más de diez años ante la cerrazón oficial y de las autoridades de la máxima casa de estudios, se sumió en un conflicto político que costó vidas y expulsó de sus aulas una generación de cuadros magisteriales y estudiantiles que le representó un alto costo en su calidad educativa, que sólo pudo comenzar a recuperar a partir de la segunda mitad de los 80´s, paradójicamente con la dirección de quienes habían sido actores principales de la oposición en las luchas estudiantiles de la década pasada.

Los obreros de "Textiles de Sonora" en su lucha por mantener su fuente de trabajo, los empleados de la entonces Distribuidora del auto Volkswagen, en su reclamo de reconocimiento a su sindicato y los trabajadores agrícolas de la Costa de Hermosillo por la misma demanda, sólo en el diario vespertino obtuvieron atención y crónicas a su justa lucha.

La larga huelga universitaria para el reconocimiento del sindicato de trabajadores manuales y empleados de la Unison (STEUS) encontró en Información a su mejor aliado.

Solo Información en Hermosillo dio cabida en su primera plana las demandas de tierras en el Valle del Yaqui, publicando una amplia nota de ocho columnas donde destacaban los reclamos y amenazas de invasión de tierras por parte de un grupo de campesinos liderados por Juan de Dios Teherán y Rosa Delia Amaya y que desataría un gran conflicto social y político que costó la renuncia del Gobernador Carlos Armando Biebrich y casi un año después el reparto agrario de miles de hectáreas que generaría un profundo resentimiento político de una generación de jóvenes empresarios agrícolas y que, un poco después, pasarían a formar lo se identificó como la nueva corriente neopanista dentro del Partido Acción Nacional (en el sur creo que "El Diario Del Yaqui" si hizo eco y respaldó informativamente a este movimiento agrarista).

Es también este periódico vespertino el que recoge cotidianamente las primeras expresiones de inconformidad de un grupo de sindicatos locales adheridos a la poderosa CTM de Hermosillo con el ya fallecido líder, el carismático Norberto Ortega quien logra llegar a dirigir esta central desplazando a la vieja guardia cetemista ya anquilosada y corrupta.

La Unión de Usuarios de Hermosillo, expresión genuina (al menos en sus inicios) de inconformidad y reclamos domésticos para oponerse a las altas tarifas de agua, luz, drenaje, pavimento, entre otros, buscaron y encontraron en Información su único medio de presión y expresión para ser escuchados.

Todo lo anterior es apenas un atisbo a un quehacer periodístico ejemplar en circunstancias difíciles y complicadas que ejercía un medio de comunicación dirigido por un personaje que arropaba con autoridad moral a un equipo de periodistas, editorialista y opinadores ciudadanos que una vez cumplido su ciclo -nunca por deseo a propio- cerró sus puertas pero dejó todo un pasado en espera de ser rescatado por nuevas generaciones de jóvenes emprendedores en esta apasionante oficio, que sean capaces de sustraer el espíritu solidario y de compromiso ético con la sociedad y el periodismo

Hoy por todo el territorio sonorense, pero con énfasis en Hermosillo, hay dos o tres importantes y genuinas propuestas periodísticas que recogen mucho de lo aquí expuesto pero al igual que en el pasado también se enfrentan a la descalificación y la presión económica para someter su independencia aunque, a diferencia de entonces, hoy la solidaridad en el medio es más patente y sólida, además de contarse con recursos tecnológicos que impedirían que la sola voluntad de una persona o entidad política hiciera desaparecer a capricho un empresa de medios sea electrónica o impresa. Enhorabuena.

Las efemérides de Alejandro Olais

Aquí un fragmento de una columna de Olais no hace mucho tiempo publicada fuera de territorio sonorense, por supuesto. El reportero navojoense hace alarde, como siempre, de su extraordinaria memoria y pasión por el tema de periódicos y periodistas.



...En tanto, el 16 de mayo hubiera cumplido 44 años, el desaparecido periódico El Sonorense de Hermosillo, cerrado como El Independiente, después de cederlo el gobierno estatal a una sociedad de Luis Donaldo Colosio y Juan Francisco Ortiz Ealy de El Universal, el 21 de enero de 1994, dos meses antes del magnicidio.

El Sonorense, fue aus­pi­cia­do en 1963 por el gober­na­dor Encinas, quien —solía contar el perio­dis­ta Jesús Tapia Avilés—, pre­ten­día aca­bar con todos los dia­rios del esta­do y que sólo exis­tie­ra uno, gran­do­te, gordo, con ­muchas pági­nas, pero de cir­cu­la­ción esta­tal, y los domin­gos con una sec­ción de moni­tos para los niños; un perio­di­co­te —pues—, bara­to, con ­muchos corres­pon­sa­les, y que se ven­die­ra desde Estación Don hasta Nogales.

El pro­pio Faustino, figu­ró entre los accio­nis­tas de El Sonorense —inau­gu­ra­do por Encinas a las diez de la noche del 15 de mayo, al opri­mir el botón de la rota­ti­va goss Tutuli, tenien­do a la hora un perió­di­co de 24 pági­nas y un tabloi­de de 4 a mane­ra de sec­ción depor­ti­va—, donde tam­bién apa­re­cie­ron como ­socios Javier Robinson Bours, Manuel Monreal, Mario Morúa y Ernesto Millán Escalante, este últi­mo sina­lo­en­se emi­gra­do poco des­pués a la ciu­dad de México, de donde retor­nó a su natal Culiacán en los ochen­ta a ser segui­da­men­te sena­dor y alcal­de.

Carlos Argüelles del Razo, defe­ño, pri­mer direc­tor de ese dia­rio, lo fue tam­bién a la vez, de Tribuna del Yaqui, desde su naci­mien­to, hasta 1970, cuan­do sor­pre­si­va­men­te fue desig­na­do por el pre­si­den­te Luis Echeverría, direc­tor de la Lotería Nacional.

Faustino gober­na­dor, manio­bró para que­dar­se con todas las accio­nes de El Sono­ren­se, a cuya par­ti­da de Argüelles, nom­bró direc­tor gene­ral al otro­ra ene­mi­go Enguerrando Tapia Quijada.

Luego al con­cluir su perio­do legal, Félix Serna adqui­rió a fines de 1973, El Informador del Mayo, el cual había visto luz públi­ca, el 5 de mayo de 1957 ----completó entonces en este 2007, medio siglo----, en un afán de los ricos del pue­blo por con­tra­rres­tar la fuer­za de otro perio­dis­ta inde­pen­dien­te, Manuel Corral Ruiz, con su Dia­rio del Mayo.

Luego al con­cluir su perio­do legal, Félix Serna adqui­rió a fines de 1973, El Informador del Mayo, el cual había visto luz públi­ca, el 5 de mayo de 1957, en un afán de los ricos del pue­blo por con­tra­rres­tar la fuer­za de otro perio­dis­ta inde­pen­dien­te, Manuel Corral Ruiz, con su Dia­rio del Mayo.

Fue Armando Reyna Fontes —fallecido el 30 de junio de 2005—, pri­mer geren­te de la Unión de Crédito Agrícola de Navojoa, el comi­sio­na­do para reu­nir 150 mil pesos entre los hom­bres economicamente pro­mi­nen­tes de la ­región del Mayo —inclu­í­do Huatabampo—, para dar vida a esa empre­sa perio­dís­ti­ca.

Denominada Impresora de Navojoa, S.A., de C.V., el con­se­jo direc­ti­vo de esa socie­dad perio­dís­ti­ca, quedó pre­si­di­da por el ferre­te­ro Eduardo González Gómez, tenien­do como accio­nis­ta a José María Zaragoza, Luis Salido Quiroz, Avelino Fernández, Alfredo Káram y Rodolfo Ruiz.

En ese con­tex­to, el pri­mer direc­tor de El Informador del Mayo fue Pedro Márquez Carrillo, y como jefe de redac­ción figu­ró Porfirio C. Avena, quien al poco tiem­po se quedó al timón del matu­ti­no, por­que los ­socios no se poní­an de acuer­do en la línea edi­to­rial.

No tar­da­ron mucho en ven­der las accio­nes a la fami­lia Healy, y fue cuando man­da­ron de Hermosillo a Rodolfo Barraza González como direc­tor, encar­gán­do­se éste de pasar la esta­fe­ta a Danilo Hurtado Campoy.

Al decir de Armando Reyna, los Healy nunca paga­ron el costo de la ope­ra­ción, devol­vien­do a sus pri­me­ros due­ños el perió­di­co, ya con Filiberto Mendívil al fren­te de la empre­sa y José María Armenta Balderrama, como direc­tor.

Félix Serna lo com­pró a Mendívil, inte­grán­do­lo a su cade­na de Periódicos Sonorenses en for­ma­ción, cuyo direc­tor gene­ral Tapia Quijada, nom­bró el 3 de diciem­bre del 73, direc­tor local de El Informador del Mayo, a este columnista, a quien siguieron Feliciano Guirado Méndez, 15 años y Gerardo Armenta Balderrama, de 1991 a la fecha.

Hay muchas mas efemérides de mayo, incluida la de Caryl Chessman el tristemente célebre multiasesino de la luz roja, porque llevaba una sirena policial en el techo de su auto para confundir a sus víctimas en las rutas del vecino California, cumpliéndose el día 2 de este mes 47 años de su ejecución en la cámara de gas, pero por hoy el espacio se acabó.

Dios los bendiga.

Abelardo Casanova, treinta y cinco años después

"Me metí a un estudio y frente a la cámara de televisión dije unas palabras... y le gustó a la gente. Ahí me hice periodista"

Por Javier Godoy F. / Dossier Politico

Dia de publicación: 2007-07-04

En una fluida y relajada conversación, en la sala de su casa, una caliente tarde de verano, Don Abelardo Casanova Labrada, platica que desde muy joven quería ser periodista:

Pero no podía porque no era negocio y yo tenía que trabajar y ganarme el sustento.

Con extraordinaria lucidez y sencillez, interpreta los hechos de su tiempo ligados al periodismo y va soltando recuerdos :

Lo común en mi tiempo era pedir apoyo(dinero) al gobierno para hacer un periódico, y esto era un riesgo para su desempeño pero no hacerlo, también lo era.

Cuando formó Información, le pidió dinero al gobierno?, preguntamos con curiosidad y hasta con cierto morbo

No, si se lo hubiera pedido me lo hubiera dado, pero no lo hice.

Tal vez por ello, afirma Don Abelardo más adelante, que -pese a que ya existían El Imparcial y El Sonorense-, cuando aparece Información desarrolla un periodismo «fuerte y competitivo» que llega a imprimir diez mil ejemplares en una sola edición.

Y más recuerdos:

Generalmente el periodismo que se hacia en esta ciudad estaba determinado por quien tenia un imprenta ahí sacaba un periódico, le pedía colaboración a un amigo ,él mismo reporteaba, recibia todos los chimes de la comunidad y de ahí hacía sus notas.

Precisa que la verdadera modernización del periodismo se dio con la llegada de Don Carlos Argüelles:

Lo trajo don Ernesto Elías, para dirigir el periódico «La opinión», que le presentó pelea al «Imparcial» y era un critico feroz del gobierno porque había pleito con el Gobernador Álvaro Obregón.

Recuerda:

El Imparcial era muy gobiernista en esa época.

Y un recuerdo liga otro:

Las cosas cambian con el Gobernador Encinas -ya se había reducido notablemente la influencia política de Nacho Soto y del General Rodríguez,- y para quitarse la presión de El Imparcial, que es en realidad quien obliga al gobierno a meterse en el periodismo, se tiene la idea de hacer un periódico, pero que no fuera del gobierno, sino que éste fuera uno de los socios, y así se conformó una sociedad de cinco, con el gobierno y Faustino Félix a la cabeza, contando con otros tres que no recuerdo sus nombres pero eran amigos de Faustino. Así se inicia el periódico El Sonorense que pasa a dirigir Carlos Argüelles, por allá por la calle Veracruz.
Estamos hablando de los 60’s... ¿Cambia en algo el periodismo que se hace en esa época? preguntamos, casi al mismo tiempo Oscar Castro, director de Dossier y este colaborador.
No lo creo, en esa época la sociedad era guiada de punta a punta por El Imparcial pero también llega a tener mucha influencia El Sonorense y es que eran muy parecidos los dos en sus principios.
Entonces, ¿en qué se diferencian, Don Abelardo?
En los intereses que defienden, revira la respuesta a velocidad de vértigo

Al principio de la conversación y después de un largo preámbulo salpicado de comentarios personales, fuera de libreta y tocando la fortaleza económica y de influencia política de El Imparcial, hubo una pregunta:

¿Se puede vencer a El Imparcial?. Y la respuesta es tajante:
Nada se puede hacer contra la tradición.
Más adelante habría de comentarnos que siempre estaba latente la tentación en muchos periodistas de la época de atacar al gigante de la calle Mina:
Y yo pensaba que cuando te sentías muy jodido como periodista te daba, luego luego, por atacar al Imparcial, y no creas, lo mismo pasaba en México, también allá cuando se sienten jodidos les da por atacar a Televisa.
A estas alturas de la conversación, Don Abelardo ha traído a la memoria a viejos periodistas como Jesús Tapia Avilés, Rafael Vidales Tamayo, José Abraham Mendívil, José S. Healy, Gabriel Monteverde, Jorge Bonillas, Israel González, José Alberto Healy, Enguerrando Tapia, Jorge Orozco y Girón. Y periódicos como La Opinión, El Pueblo, La Raza, El Heraldo, El Tiempo, El Sonorense, El Regional y El Eco de Guaymas.

¿Y usted cuándo se inicia en el periodismo?.

Yo escribía en los periódicos desde que estaba muchacho, primero en El Pueblo y en los periódicos de temporal después; cuando José Alberto se hizo cargo de El Regional me publicó algunas cosas; antes me había ido a Guaymas como contador del Banco en que trabajaba y ahí comencé a escribir en «El Eco» que dirigía Valente Andrade y que era propiedad de Florencio Zaragoza.

Así se hizo periodista?
No. Yo sólo hacía artículos y los publicaba, pero nada en serio como periodista; porque trabajaba en otras partes y en esa época no se vivía del periodismo.

Y entonces, Don Abelardo: cómo se inicia usted en el oficio?

Con una media sonrisa y un brillo en sus ojos dice modestamente:
Yo trabajaba de contador en el Canal 6. Como el gerente salía con frecuencia, cuando regresaba platicábamos mucho y de variados tópicos; por esa época, Rusia envía unos misiles a Cuba y se desata la histeria de una nueva guerra, pero Raúl Azcárraga, quien era el jefe de la televisora, me dice que no va a pasar nada, que a ninguna de las dos potencias le conviene una nueva guerra, así que se van a ponerse de acuerdo y eso hay que decirlo para tranquilizar al público.
¿Quién se lo va a decir? recuerda haber preguntado Don Abelardo.
La respuesta vino en forma de órden: «Usted vaya y dígalo».
Ni modo. Fui, me metí al estudio y frente a la cámara dije una palabras… y le gustó a la gente
Qué dijo, Don Abelardo?
Y elude con modestia la pregunta.
En realidad a la gente le gustó porque el episodio se escapaba de la programación grabada que llegaba de la Ciudad de México y lo sentían como algo local, además muchos amigos de Raúl le comenzaron a decir que les había gustado y algunos amigos míos también le aconsejaron que hiciera un programa local y así nació Hechos y Palabras como un programa semanal de opinión y más tarde retomamos el noticiero El Mundo Al Día, con reporteros que salían a la calle como José Ángel Partida, Guillermo Trunbull y yo mismo, que reporteaba desde mi oficina de contador. Ahí me hice periodista, afirma con tranquilidad.

¿Conocido?

Ahí en la televisión me hice periodista; ahí mismo me hice famoso.

¿Y en el periodismo escrito?
Unos años después, con la columna Hechos y Palabras, creo que poco antes de que estallara la huelga del 67.
¡Cuéntenos!
En abril, José Alberto (Healy) me manda decir con Hilario García Galindo, que era su gran amigo y quien trabajaba con nosotros en el canal, que le hiciera una columna y la verdad es que yo ya no quería escribir.
¿Por la fama que ya tenía? -pregunta Oscar Castro-.
Sin rechazar la pregunta, abre más sus recuerdos:
Tenía mucho trabajo en la televisión pero un día me habla José Alberto, quien era muy orgulloso y le digo que no puedo porque tengo mucho trabajo, me responde que así se portan los amigos cuando los necesitan
Y que sucedió?
No es cierto, yo no era su amigo, aunque sí nos conocíamos desde chamacos, desde muy jóvenes: lo que quería era que escribiera para El Imparcial
Y cedió usted?
Le dije págame.
¿Y a poco le pagó por la columna?
En ese tiempo no se acostumbraba. Te publicaban como un favor, yo fui el primer colaborador en cobrar por escribir para un periódico.
¿Alguna vez lo censuraron?
Nunca. Ni una coma. Por allá, en la huelga del 67, en lo más álgido, José Alberto llegó a decirme que ni él ni yo escribiéramos del conflicto universitario; le dije que sí, pero luego se me olvido y volví a meterme en el tema. Ya no hizo por donde; en realidad me respetaba mucho los escritos.
Y si lo hubiera censurado que habría hecho?
Creo que conforme a como pensaba habría renunciado y él lo sabia.
Estaba conciente de que escribía la columna más leída e influyente del momento?
Si, la más leída, pero nunca me aproveché de ello.
¿Es en esa época cuando comienza a madurar la idea de Información?
Podría decirse que si.
¿Cómo fué el proceso? ¿Largo? ¿Cómo lo planeó?
¡Nada de eso! Simplemente formé un nuevo periódico porque no me gustaba como trataban las cosas El Sonorense y El Imparcial, pensaba que había una forma más inteligente de hacer periodismo y sobre todo, para gente inteligente también
Pero el concepto era muy revolucionario para su época:
No pensé en revolucionar nada, yo escribía con mucho éxito en El Imparcial y mi columna era las más leída de ese periódico y en todo el estado.
Le molestaba algo?
Si... por ejemplo, el trato que les daban a los jóvenes universitarios: no me gustaba que los trataran a todos de marihuanos y mafufos, como lo hacía especialmente un columnista de la época.

Los defendió en el periódico Información?Los escuchamos y les dimos tribuna.

Y… ?
Me gané que José Alberto Healy me bautizara desde su columna como «el hippie viejo»
Volvamos a la fundación del periódico
Formé una empresa, me hice de una escritura y razón social ayudado por el lic. Carlos Gámez Fimbres y empecé a vender acciones; junté medio millón de pesos y me fui a Los Ángeles y ahí compre todo el equipo, hasta donde me alcanzo el dinero. No compré la prensa , El Imparcial comenzó a maquilarme la impresión.

(Buscamos la segunda y última parte de la entrevista)

Marent, 27 años...otra generación de caricaturistas

(Publicado no hace mucho en la Revista Así)

Mis queridos amigos y amigas:

El pasado 3 de junio se cumplieron 27 años de haber publicado mi primera caricatura en el desaparecido periódico El Sonorense, entonces bajo la dirección del también desaparecido Enguerrando Tapia Quijada, conocido entre sus discípulos como "el mejor reportero que ha parido Sonora".

Ese mismo día se cumplieron 20 años de que hice mi primera exposición individual en el desaparecido Centro Cultural del ISSSTE.

Y este próximo 25 de octubre se cumplirán 25 años de que se publicó la primera historieta de mi personaje 'Perro Pero' en el desparecido periódico Información, todavía dirigido por el entrañable maestro y amigo don Abelardo Casanova Labrada.

Antes de que yo mismo me una a la lista de los desaparecidos, me gustaría contarles una historia o dos acerca de estas efemérides personales.

Más o menos por diciembre de 1979, antes de salir de vacaciones, sufrí la desdicha de exponer en una materia que tenía qué ver con sistemas de producción en la historia o algo así, en el Cobach. Algo tendría que ver el latifundismo y la época primitiva, porque de eso tenía que haber estudiado… lo cual, conociéndome, fue lo único que no debo haber hecho.

Para desviar la atención, dada mi escasa afición a hablar en público, se me ocurrió hacer dos rotafolios con caricaturas que daban una idea del tema. La exposición debe haber sido una infamia, pero esas caricaturas me salvaron de reprobar.

No sé quién o quiénes de los compañeros de clase se quedaron con los rotafolios, pero una de esas caricaturas tuvo tal aceptación que la dibujé de nuevo en el cuaderno, a instancias de mi inolvidable amigo Jaime Valencia Ortega.

Seis meses después, viendo que a un compañero del salón le iba bien como corrector de textos en El Sonorense, me animé a ir a pedir trabajo de lo mismo. Saliendo de clases, ya casi para salir de vacaciones de verano, llegué hasta el escritorio del ya desaparecido Nacho Blancarte y le conté mis ilusiones. En lo que abrí mi cuaderno para anotar un teléfono (no sabía entonces que cuando te dicen que anotes un teléfono es para no decirte que no allí mismo), Nacho vio la caricatura que tantos buenos comentarios había generado.

Me preguntó que si podría hacer caricaturas políticas, cosa que jamás me había planteado en la vida. Shunnet se había ido a El Imparcial, ocasionalmente publicaban las de Juácer que salían en un periódico hermano de El Sonorense en Ciudad Obregón, y el caso es que el campo estaba libre.

Acepté sin saber en la que me había metido.

Esa caricatura -que ilustra este texto- me siguió abriendo puertas a lo largo de estos 27 años; se ha publicado en muchos periódicos y revistas dentro y fuera de Sonora. Forma parte de mi libro "No me mortifique", y es la que alguna gente cercana conoce como "la del castillo", donde un agobiado sirviente regresa a preguntarle a un caballero andante que quién busca a Su Majestad.
En 1981 quise hacer "en serio" esa caricatura y la dibujé en una cartulina ilustración, pero me dio flojera "rellenarla". La dejé solamente dibujada a línea pero, eso sí, la firmé. Seis años más tarde, a falta de material para completar mi primera exposición, la desempolvé y la terminé. Ahora pertenece a la maravillosa cantante Marcela Ro (ella más bien aparecida en Hermosillo después de una ausencia de varios años) y creo que está en las mejores manos posibles.
Sobre Perro Pero, lo que más recuerdo es el momento en que me vi obligado a ponerle nombre. La primera historieta ya estaba colocada en el formato para pasar la a negativo, y la gente del taller me urgía a definir el título. Preso de la angustia y la necesidad de ya irme a la casa, la cosa fue tan simple y elemental como quitarle una "r" a "perro". No hay nada de juegos de palabras ni mensajes subliminales. No por nada se me diagnosticó a muy temprana edad lo que será la causa de mi deceso: un simplazo.
Sobre mi primera exposición, guardaré mis comentarios para otra ocasión. Por ahora sólo quería compartir con ustedes estos recuerdos. Gracias por su estimulante compañía durante estos años.

Un abrazo,
Marent


Jesús Ernesto Duarte "Shunnet", caricaturista

Nació en Hermosillo un 4 de febrero de 1953, tercer hijo de siete hermanos provenientes del matrimonio compuesto por el señor Alejandro Duarte y Estela Escobozo.

Inició dibujando desde niño, pero no fue hasta los 18 años que pidió su primer trabajo como caricaturista al periódico “El Sonorense” (después “El Independiente”), impulsado por la necesidad económica, siendo así el primer caricaturista de diario de este periódico pues en aquel entonces no se contaba mas que con caricaturas copiadas de otros periódicos de nuestro país.

Su primera caricatura apareció en 1972, haciendo referencia al popular baile “Blanco y Negro”, así como al entonces gobernador Carlos Armando Biebrich.
Continuó trabajando para este periódico hasta 1976, al mismo tiempo que cursaba su carrera en la Universidad de Sonora, obteniendo así su título de Licenciado en Administración de Empresas, contrayendo después matrimonio con su actual esposa Blanca Quiroz, hoy de Duarte.

Después de una breve estadía en San Carlos, Sonora, regresó a Hermosillo en 1978 siendo contratado por el periódico “El Imparcial”, gracias a su notable desempeño en su anterior trabajo, el periódico “El Sonorense, apareciendo así su primer caricatura en este periódico el 11 de agosto del mismo año. Realizando en sus comienzos caricaturas esporádicas para este periódico hasta que finalmente su obra le valió el lugar de caricaturista de diario desde hace algunos años, continuando hasta la fecha con esta grata labor.

Durante este largo período a colaborado para diferentes publicaciones periódicas como la revista “Cauces” siendo uno de los fundadores, así como del periódico “El Inversionista”.
También publicó un libro recopilando lo mejor de su trabajo, llamado “Colección de Caricaturas Shunett” vendiéndose mas de 3000 ejemplares.
Actualmente labora bajo un contrato de exclusividad con el periódico “El Imparcial”.

Su obra ha sido expuesta en diferentes localidades como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Sonora Norte, en la Alianza Francomexicana, en el Aeropuerto de la ciudad de Hermosillo, solo por mencionar algunas.

Ha recibido varios reconocimientos, por parte de la revista “Cauces”, del periódico “El Inversionista” y por algunas de sus exposiciones, así como por parte del periódico “El Imparcial” en el trigésimo aniversario de este periódico, como reconocimiento a la colaboración que a prestado como caricaturista durante todos estos años a este periódico, haciendo que su lectores lo relacionen como parte evidente de este diario.

En sus propias palabras su mayor reconocimiento es el que le ha dado la sociedad en general, pues ha recibido incontables muestras de admiración y apreció por parte de sus “lectores”.

La técnica utilizada por él es simple, a base de un bolígrafo y a veces usando la “pantalla” para resaltar ciertos detalles en sus caricaturas y así los pueda captar mejor la cámara del periódico. Jamas realizó ningún tipo de estudio en cuanto materia artista mas que nada se ha valido de su talento y sobre todo constancia, para realizar sus caricaturas.

En su caricatura refleja diariamente las situaciones que son noticia en la sociedad pero con un matiz de humor, mas él opina que se caracteriza por no ser agresivo, por lo que nunca se ha enfrentado a ningún problema ni reclamo por parte de alguien.

En tiempos anteriores su vicio era ver las noticias para sacar ideas, pero “con el paso del tiempo se va agarrando practica y experiencia para realizar la caricatura. Puesto que su obra viene de la gente y para la gente, en sus caricaturas a veces podemos ver reflejados los rostros de algunos de sus amigos o personajes populares en la sociedad sonorense, a si mismo un rasgo muy característico suyo es como firma sus caricaturas con el apodo “Shunnet” el cual le fue impuesto por su compañero Enrique Morfín.

Así lo que empezó siendo simples dibujos de un niño en un salón de clases, se convirtió en la sonrisa diaria de todos sus “lectores”.

Fuente:
Entrevista con Jesús Ernesto Duarte

Colaboración:
Yasser More

El Sonorense 70-80

La tropa del periódico de Los Naranjos en un improvisado convivio con algunas de las "estrellas" (Olais) del periodismo de la época.

Ryszard Kapuscinski (1932-2007) : reportero del tercer mundo




Algunos en su natal Polonia lo han llamado "el reportero del siglo", pero él apenas se reconoce como un reportero del tercer mundo: África, América Latina y Asia han sido el hábitat de este periodista extraviado a su gusto en el trópico. La que sigue es una edición de su intervención hablada en español en la sede de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en octubre de 2000, invitado por esta fundación y por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), repetida en el taller de crónica organizado por la FNPI, la UIA y el BID en la Ciudad de México, del 6 al 9 de marzo de 2001, y cedida especialmente a Sala de Prensa.

Edición: Ricardo Corredor Cure – Óscar Escamilla V.

Testigo del siglo XX

El primer país que conocí de América Latina fue Chile. Luego viaje por todos los países del continente. Era corresponsal de una agencia de prensa muy pequeña, muy pobre, que no podía tener periodistas en todos los países, entonces yo cubría toda América Latina.

Ya había hecho lo mismo en África y antes de eso en Asia. Allí me tocó participar, observar y escribir sobre actos de guerra, golpes de estado, de todos esos tensos eventos de la segunda mitad del siglo XX en el llamado tercer mundo.

Comúnmente se dice que fue el siglo de las guerras mundiales, de los sistemas, de muchas cosas negativas, pero no se menciona que el siglo XX pasa a la historia de la humanidad por ser el de la descolonización. Nunca antes en la historia surgieron en la escena política más de 50, 80 países y naciones del mundo independientes. Eso no estaba en el pasado de la humanidad y nunca se va a repetir.

Ese gran suceso estuvo acompañado de dos grandes eventos: la migración del campo hacia las ciudades (al inicio de siglo XX, la población urbana mundial era del 15 por ciento y hoy es del 75 por ciento) y el de la independencia política de las colonias o semi-colonias.

A mi me tocó, como periodista, ser un observador de esos grandes eventos migratorios en sentido físico y en sentido político. A eso dediqué toda mi vida periodística; a describir y a documentar estos dos fenómenos. Ya escribí 20 libros, de los cuales cinco han sido publicados en español, que se dedican a ese gran tema.

En la piel del reportero

Para mi es fundamental que un reportero esté entre la gente sobre la cual va, quiere o piensa escribir. La mayoría de la gente en el mundo vive en muy duras y terribles condiciones y si no las compartimos no tenemos derecho, según mi moral y mi filosofía, a escribir.

En ese último libro que va a salir en español, que salió hace dos años en Polonia, escribí sobre mis experiencias de cuando llegué a una aldea en África, en un país llamado Senegal. En esa aldea no había luz eléctrica, pero se podía comprar una pequeña linterna china que costaba un dólar, pero nadie allí tiene un dólar. Entonces, no había televisión, ni Internet, ni esas tecnologías.

Cuando llegaba la noche, la gente se juntaba desde las siete a contar sus historias, y era ese el momento más literario, más bello, más fantástico del día. Era toda una poesía. Por supuesto había que entender el idioma y todo lo que pasaba durante la noche. A las 10 u 11 de la noche a dormir y esto, para un reportero, ya era una experiencia realmente dura, porque era en casitas pequeñas de adobe y piso de pura tierra donde se acomoda toda la familia. Y toda la familia significa muchas personas.

La noche era muy caliente y era imposible dormir con la invasión de mosquitos y sin poderse moverse hasta que aparecía el sol a las 6 de la mañana. Era una experiencia bastante difícil, pero si no compartía con esta gente no vería de otra manera la vida de África. Si pasaba la noche en el Hilton o en el Sheraton no era consciente al escribir sobre sus vidas. Lo mismo pasa en las guerras. La profesión de reportero requiere, para poder escribir, que este tipo de experiencias se sientan en la propia piel.

La otra cosa que hago y que considero también importante para un reportero es viajar solo. Es importante ver el mundo que se investiga y penetra con los ojos propios. La presencia de otra persona influye sobre nuestra percepción del mundo. Sus gestos, sus comentarios, cambian esta limpia relación entre el reportero y el mundo que lo rodea.

Hace tres años hicimos un documental sobre África con un equipo inglés que por primera vez iba a ese continente. Recorrimos lugares apartados y cuando llegábamos a cualquier sitio llamaban desde sus teléfonos móviles a Londres. Viajaron conmigo tres meses pero, emocional y mentalmente, no estaban en África, todo el tiempo estuvieron en Inglaterra. Sólo hicieron su deber.

Para mi una de las características del reportero es la empatía, esa habilidad de sentirse inmediatamente como uno de la familia. Compartir los dolores, los problemas, los sufrimientos, las alegrías de la gente, que de inmediato reconocen si él está realmente entre ellos o si es un pasajero que vino, miró alrededor y se fue.

De la tecnología a la palabra

La utopía de los poderes de comunicación mundial es que con la actual tecnología se resuelve todo. Yo creo en esos avances tecnológicos, claros e importantes, pero no podemos perder la cabeza ahora, que en los medios de comunicación se ha acelerado nuestra profesión por el manejo de una información inmediata. Claro que una información inmediata hace al mundo muy rápido. Aunque esto no influye en el conjunto serio del periodismo de reportajes, de ensayo, de crónicas. Un periodista talentoso puede escribir todo en un pedazo del periódico, no necesita más que eso.

Yo fui a un país como el Congo, con una guerra de 50 años. Hablaba con la gente, veía un acontecimiento, un golpe de estado, buscaba información para tratar de entender lo que estaba pasando y luego formaba el cuadro de lo que me pasaba y escribía. Ese era realmente mi trabajo.

Cuando estuve durante la masacre de Ruanda de 1994, llegaron muchos periodistas conectados por e-mail, por teléfonos, que no veían lo que pasaba allí. Ellos llamaban a sus jefes en Nueva York, Londres, Madrid, y estos les decían "necesitamos confirmar esto..., tenemos la noticia de que en ...". Ahí ya no eran independientes, ya no eran reporteros, solo seguían órdenes de sus jefes que ni siquiera sabían dónde quedaba Ruanda.

Los mejores reportajes los escribí cuando mi oficina central no sabía dónde estaba. Mi hábito fue tratar de huir de esta gente que no conocía la realidad del lugar donde me encontraba. Ahora, la preocupación de los medios de comunicación no es el cubrimiento, sino es la lucha entre ellos por la competencia. Ya no miran si pasó algo importante, miran donde están los demás para que no se les adelanten.

Al terminar el siglo XIX, cuando apareció el teléfono, se creía que la prensa escrita se acabaría, pero el teléfono sólo sirvió para su desarrollo. A principio del siglo XX, cuando apareció el cinema se dijo que había llegado el fin para la palabra escrita.

Luego cuando se desarrolló la radio también se dijo lo mismo, al igual que con la televisión, pero ya no hay discusión, la prensa sigue desarrollándose. Todos los medios solamente amplían el método de existencia de la palabra, de transmisión de la palabra. No se acaban unos a otros, se amplían.

Curso para navegantes de la globalización

La palabra globalización se empieza a utilizar después del fin de la Guerra Fría. La globalización es un problema muy difícil de discutir: con esta palabra se entiende un montón de cosas y se usa como en el arte se utiliza la palabra postmodernidad. Hay que empezar con la definición ¿Qué entendemos en este momento por globalización? ¿Qué hay detrás de esa definición? Sin esto no se puede discutir sobre el problema, porque cada uno tiene su propia definición: financiera, económica, política.

La globalización es un fenómeno contradictorio de dos corrientes distintas. Es un río de integración de toda la tecnología, el mundo financiero, los medios de comunicación, pero simultáneamente es otro río en dirección opuesta que lleva a la desintegración, con conflictos étnicos, con ambiciones regionales, con tendencias particulares, en una gran corriente que vive y se desarrolla en contra de la misma globalización.

En un seminario en Ayacucho (Perú) en el que participé el tema fue Globalización y Cultura Andina. Allí habían dos escuelas de pensamiento; unos decían que globalización era un sinónimo de la palabra imperialismo y los otros decían que era una tendencia existente, importante y productiva para la humanidad.

Hoy sentimos que algo está pasando y que tenemos una nueva conciencia de lo global, en temas como el agua y la contaminación del aire. Sin embargo, las fuerzas que participan en la globalización no están definidas, todavía son flotantes, no son precisas, no se han cristalizado. Entonces la lucha no va a ser sobre la existencia de la globalización, sino como utilizar este fenómeno para nuestros propios intereses y nuestros propios fines.

Periodismo con Cortina de Hierro

No fue fácil trabajar bajo el régimen socialista. Polonia era un país más pobre que Checoslovaquia o Hungría y para balancear esa situación teníamos más libertad que en Rusia. Muchos rusos aprendían polaco para leer nuestra prensa, porque comparada con la de ellos era libre. Incluso en los años 80, durante la época del movimiento solidaridad, nuestra prensa fue prohibida en la Unión Soviética.

En estos países socialistas había que conocer los complicados mecanismos de la censura. Había períodos en los cuales la censura era blanda y otros en los cuales es muy dura. Entonces, si uno tenía experiencia y conocía los mecanismos, sabía en qué momento podía publicar algo y cuando no.

Existían varios tipos de prensa, una era oficial que publicaba todo con censura en periódicos, radio y televisión. Pero teníamos dos prensas sin censura no oficiales, una clandestina y otra que se publicaba de manera restringida a dirigentes y funcionarios. Allí también se publicaba todo, porque a la clase dirigente le interesaba estar bien informada, por eso permitían publicar todo, aunque no se podía vender oficialmente el los kioscos sino a través de vendedores clandestinos.

Luego pude salir del país y trabajar en Asia, África, América Latina. Entonces a nadie le importaba la gente de estos lugares y todo lo que pasaba allí. Yo nunca traté de ser corresponsal en los lugares de gran competencia como París, Madrid, New York o Roma. Nadie quería ir a arriesgar la vida para escribir sobre la guerra de Angola, así que yo no tenía competencia.

Yo escribí un libro que se llama El Sha de la siguiente manera: durante la revolución en Irán, la más grande revolución de masas en la segunda mitad del siglo pasado, nuestra agencia decidió enviar a un periodista que me dijo "Estoy muy desesperado, es que me quieren mandar a cubrir esta revolución y yo no quiero, no me interesa, tengo miedo". Yo le dije "Si quieres yo puedo ir en tu lugar". "No, no, no creo, no es posible", contestó. Y le dije "Sí. Yo voy con mucho gusto". Entonces fuimos donde el jefe de redacción al que le dije "Mira él no quiere ir, yo si, yo voy inmediatamente". Entonces me fui un año a Irán y así escribí el libro, gracias a este accidente.

El precio de escribir libros

Yo sabía que para poder viajar por el mundo, a países apartados, sin tener dinero, debía pagar con un trabajo duro y difícil, tal vez el peor trabajo del periodismo, el de agencia de prensa. Es para esclavos. Tenía que pagar este precio para luego escribir libros.

A la agencia de prensa hay que enviarle noticias cortas, por aquello de los costos, el tiempo y la competencia. Era un periodismo pobre y formal de no más de 800 palabras.

Y yo viviendo en África, en Asia con esa realidad tan rica, tan colorida, tan diferente a la europea. Tenía que escribir sobre esto, que no cabía en los cables formales de la agencia de prensa, entonces me encerraba en mí cuarto a elaborar notas que se convertirían luego en libros, mientras mis colegas se iban al bar a tomar whisky. Esa fue una satisfacción personal frente al periodismo corriente, que es por definición cortés y no le da cabida para la descripción.

El peso de la palabra

Cada país de América Latina tiene por lo menos un diario serio y en algunos hay buenas revista semanales, lo que significa que en la mayor parte de estos países el nivel profesional es alto. El otro problema es si esta prensa tiene influencia sobre la situación política. Pero eso no depende de ella sino de la cultura de la sociedad.

Actualmente vivimos un período de banalización de la palabra. La palabra ya no tiene el peso de antes. El problema ahora en la comunicación no es la falta de verdad sino que existen demasiadas cosas.

Todos los años, en otoño, se realiza la Feria Mundial del Libro, en Francfort (Alemania). En esta Feria se presentan más de 600 mil títulos. Si uno la visita durante 5 ó 6 días, no es posible ir a todos las salas a leer títulos. En la época comunista la prensa soviética tenía cuatro páginas y si en ellas aparecía algún artículo crítico, alguien perdía la línea o lo mandaban a un campo de concentración. Cada palabra tenía peso, valor de vida o muerte.

Hoy la gente en Rusia lamenta y llora esos tiempos, porque había sentido al escribir algo. Ahora se puede escribir sobre cualquier cosa, y a nadie le importa. Desde hace 10 años tenemos en Polonia plena libertad, entonces la prensa escribe que este ministro es un coco, es un mentiroso y qué pasa, nada, ese ministro sigue haciendo lo que quiere en su puesto, ya todo es normal y nada cambia.

Un ciudadano llamado periodista

El periodista de hoy está entre dos fuerzas, la del poder que le dice que cuidado, que tenga responsabilidad y la de los jefes que lo presionan para que tenga chivas, si no las tiene lo sacan. Esto ya es normal en toda la prensa. Ya no existen reglas fijas, todo depende de la situación.

Yo estoy en contra de esa prensa sensacionalista. Olvidamos que un periodista es un ciudadano del común. Entonces como periodistas debemos tener responsabilidad no solo profesional, sino en sentido ciudadano: ¿es esto bueno para mi ciudad, para mi nación o para mi patria? No en el sentido partidario, sino en el sentido más alto de la responsabilidad.

No podemos olvidar que la situación de un joven periodista que apenas empieza es débil frente a un periodista maduro con cierta posición que se puede permitir mayor libertad de opinión, de comportamiento. En los periódicos las cosas siempre se manejan de diferente maneras, en unos es más grande libertad y en otros es más pequeña. Lo importante en todos los casos es poseer no sólo responsabilidad profesional, sino ciudadana.

Periodista para toda la vida

Todos somos seres humanos y como tal somos diferentes. Igual ocurre en nuestra profesión, unos son mejores que otros. Además, en esto del periodismo contemporáneo mucha gente llega a la profesión para no quedarse toda la vida, si encuentra algo mejor pago en una compañía de carros se va. El periodismo no es solamente una profesión, es una manera de vivir y de pensar. Nosotros decíamos con cierto orgullo que el periodismo era ese algo que íbamos a hacer toda la vida.

Estoy seguro de que esta profesión requiere algo de sentido de misión, de vocación, porque es muy dura y si no se tiene valentía es mejor cambiar de oficio. Cuando me encuentro con estudiantes de primer año de periodismo les digo "si ustedes quieren todavía tiempo, todavía son jóvenes, si pueden hacer algún otro trabajo no hagan nada de esto", porque si no están comprometidos con la profesión, ésta puede convertirse en un quehacer de cosas automáticas.

El peligro de esta profesión es la rutina y creer que cuando se aprende algo ya lo sabemos todo. En el mundo de hoy la gente posee conocimiento y educación y si el periodista quiere ser aceptado por la gente debe tener mucho más conocimiento que ellos.

A veces pensamos que el hecho de trabajar en una redacción nos permite todo y eso no es verdad. Trabajar en una redacción no es suficiente, lo importante es entender que si quiere seguir en la profesión se debe estudiar permanentemente y eso es muy duro hoy, porque cada día aparecen nuevos descubrimientos, nuevas ramas de la ciencia, nuevos conceptos de filosofía, de historia, de antropología, de sicología, de miles de cosas.

En la actualidad los éxitos son tan altos que estar en la cumbre es sumamente difícil. Es como en el deporte, donde la lucha es por romper los récord de los otros. Estamos llegando al límite y en ese terreno nos tenemos que mover, aunque ahí sea difícil dar un paso más adelante. En esta profesión obtener algunos logros es sumamente duro, pero es la única guía, no hay otra.

Reportero sin imaginación

Hoy vivimos el fenómeno de la mezcla de géneros, ese debilitamiento de fronteras entre los géneros y las técnicas que podemos tomar de las artes, llamadas collage o ensamblaje. Es necesario romper esas fronteras tradicionales y buscar nuevos métodos, nuevas guías de expresión, nuevas formas para describir este mundo.

Sabemos que no podemos llegar a descripciones plenas, pero tenemos que tratar de aproximarnos. En el nuevo journalism nos damos cuenta de cómo los métodos tradicionales de periodismo no reflejan la riqueza de la situación que se describe. Es entonces cuando tenemos que buscar ayuda en los métodos de la literatura de no ficción para enriquecer nuestro periodismo. Pero no el periodismo diario de acontecimiento, sino periodismo de profundidad.

Entonces ese journalism no cabe en la fórmula de la noticia periodística, sino que abarca esa parte del oficio que trata de profundizar en nuestro conocimiento del mundo, para hacerlos más ricos y plenos. Es como el cubismo en la pintura, porque entiende que una forma lleva en sí muchas formas y trata de mostrarla desde varios puntos simultáneamente.

Yo soy un pobre reportero que no tiene desgraciadamente la imaginación de escritor. Si yo la tuviera jamás habría ido a estos terribles lugares en donde estuve. Además creo que si se logra de escribir sobre lo que pasa en el mundo, esto tiene mayor peso que las obras de ficción.

Si ustedes leen Le Monde encontrarán en la primera página todos los días la publicidad sobre una nueva novela francesa, entonces tenemos 256 novelas francesas por año. Yo siempre hago este ejercicio, le pregunto a los demás por un título de una novela que tenga en la mente o un escritor importante de novelas francesas hoy. Y nada.